53 FRASES FANTÁSTICAS DE IMPERIA. LOS PREDESTINADOS

Si ya leíste IMPERIA I, estos 53 recortes recopilados por EL OLIMPO ENTRE LIBROS te ayudarán a revivir algunos de esos momentos más memorables de esta historia. ❤️

  1. Decir su nombre era el mejor de los saludos. El nombre era la cercanía, la amistad, la confianza.
  2. Padre, ayúdanos a no desfallecer. No permitas que Imperia se hunda en la catástrofe.
  3. La oía cantar, la oía formular y la oía jugar con sus barcos y sus muñecos diminutos con forma de Leviatán.
  4. El fuego era muy peligroso para alguien de agua como él.
  5. Para un Hijo del Leviatán no había mayor humillación que negarse a luchar, más aún cuando toda su educación estaba basada en ello.
  6. En el sector de los Hijos del Leviatán, lo normal y habitual era que pudieran llevar a cabo fórmulas de agua y aire.
  7. Los dones se nutrían de la energía vital y cuanta más potencia tenía una fórmula, más energía consumía.
  8. Para los Hijos del Leviatán, estar cerca del mar, poder oler la brisa marina y escuchar las olas era primordial, sobre todo para su aprendizaje.
  9. Los que vencían en el Torneo, o más bien el que vencía, pues solo había un ganador, tenía privilegios. Privilegios con los que muchos no podrían ni soñar.
  10. Desde muy pequeños, a los Hijos del Leviatán les habían enseñado a adorar a su fundador, a amarlo sobre todas las cosas y a querer ser invencibles y poderosos como lo fue él.
  11. Era curioso lo mucho que les enseñaban a odiarse y, sin embargo, no podían vivir los unos sin los otros.
  12. Por regla general, en su sector no hablaban de los otros a menos que fuera para criticarlos o para avivar el odio que se sentían.
  13. Entonces, para poder tener esta receta, lo único que tengo que hacer es acabar con Imperia entera. Porque, desde luego, antes de matar a los míos, mataría primero a los Escupe Fuego, luego a los Pils, a los Cuerno y por último a los de aquí. ¡Está chupado! Mañana mismo me pongo a ello.
  14. La muerte estaba muy presente en el sector de los Hijos del Leviatán, quizás por eso les habían enseñado a no temerla.
  15. La relación que los Hijos del Unicornio compartían con sus caballos podía considerarse de fraternal.
  16. El Hijo del Unicornio en cuestión tenía que silbar. Ese silbido sería el que llamaría al que debía ser su caballo.
  17. Unos días antes del Torneo, los Hijos del Unicornio celebraban un baile en honor a los que se presentaban, y familiares y amigos estaban invitados.
  18. Zania y él tenían un juego. Un juego que a veces resultaba confuso, a veces excitante, a veces apasionado y a veces exasperante.
  19. El Libro de la Vigilia estaba repleto de esos destinos macabros que, de no ser por él y sus instrucciones, no podrían remediarse, pero que, aun avisados, seguían representando la línea inquebrantable del destino ya marcado.
  20. En el Santuario se transformaban, desterraban sus emociones y se volvían tan fríos como las máquinas que los Escupe Fuego construían.
  21. ¿No te parece una soberana estupidez que los Ságritos permitan…? No, permitan no es la palabra, obliguen, eso, eso es. Que obliguen a unos muchachos a matarse entre ellos, pero que no les dejen probar el alcohol, ¿eh? Es estúpido, ¿verdad?
  22. —Hoy vamos a hablar sobre el Torneo de los Hijos —explicó muy animada la señorita Margarita con su amplia sonrisa encantadora—. Este domingo en el Santuario dirán los nombres que están en la lista. Vosotros ya sabéis cuántos se presentan por nuestro sector, pero lo que no sabemos es cuántos se presentarán por los otros.
  23. Él era un Dragón, un luchador, una máquina de matar. No un minero, ni un agricultor, ni un imbécil con una pala y un pico.
  24. ¿Desde cuándo la furia era algo malo? Para él era una virtud, una agradable virtud con más ventajas que inconvenientes.
  25. Nuestro Dragón le sacó un ojo al Leviatán, pero la Libélula le apuñaló por la espalda, y eso nos demuestra que no debemos menospreciar a nuestros adversarios.
  26. Esto me viene muy bien para deciros, no, mejor dicho, para ordenaros, que nunca, bajo ningún concepto, bajéis la guardia. Nunca.
  27. Thormes se enderezó con irritación. Para un Hijo del Dragón el miedo era una ofensa, algo que no debía existir en su vocabulario.
  28. Los Predestinados que buscarán la cura, los Predestinados que hallarán la fuente de ese mal y lo destruirán. Los Predestinados que tendrán el valor, la fuerza y el poder para unirse y vencer. De ellos depende nuestra supervivencia.
  29. Debéis buscar en las rocas, en la sal, en el agua y en la hierba, y si no halláis el camino, entonces buscad más allá del crepúsculo. Buscad donde están los otros que son iguales, pero que no lo son.
  30. A ninguno se le había pasado por la cabeza esa posibilidad y puede que por ello mismo el shock fuera todavía mayor. Ya no tenían que buscar a los suyos porque nunca se fueron.
  31. Queramos o no, nos odiemos o no, estamos juntos en esto. Por una vez, los sectores debemos dejar a un lado nuestras diferencias, olvidar aquello para lo que nos han educado.
  32. Lo único que quería era ir a su casa, abrir la puerta como si no pasara nada, cenar algo sentado en la mesa de la cocina, donde comía con sus padres y su hermana, y después tratar de dormir en su cama.
  33. Parecía mentira que su nombre estuviera en el Libro de la Vigilia, su nombre, su nombre, su nombre.
  34. Nathan estudió a sus compañeros, los cuatro, incluso Eris, tenían pinta de tener la misma edad. ¿Qué sentido tenía poner el futuro de Imperia en las manos de cuatro críos?
  35. Vivían encerrados tras fórmulas, miedos y murallas. Presos en su propia casa.
  36. No sabía por qué le había molestado tanto que acusara a un Ságrito de ser el causante de la fórmula, quizás porque sentirse traicionado por los que se suponía que eran sus guías fuera mucho peor que la posibilidad de que los Monstruos del otro lado estuvieran circulando a su antojo por su sector.
  37. El silencio se había convertido en un compañero más. Cada poco los honraba con su presencia para incomodarlos, para hacerles pensar, para que no dejaran a un lado lo mucho que se odiaban y, peor aún, para que no se olvidaran de por qué estaban allí.
  38. Da igual que la tenga un Monstruo, un Espectro, un hombre o un Ságrito, la cura es lo que importa y nada más.
  39. En mi sector tenemos un lago, pero no brilla igual. Nos gusta decir que la ignorancia es la noche de la mente, pero… con esta noche tan resplandeciente, parece difícil sentirse ignorante y perdido.
  40. —Sí, sé lo que me vas a decir, somos los Predestinados, somos los salvadores de Imperia, pero, en serio, ¿no tienes curiosidad? Si me dices que no, estarás mintiendo. Jamás creí que pudiera salir de mi sector, pensé que siempre viviría encerrado en los pastizales de mi tierra y, ¡míranos! ¡Mira dónde estamos! Esto… esto no es normal.
  41. Así como el Torneo de los Hijos no le atraía en absoluto, participar en la Carrera de Fieras, que era como se llamaba ese campeonato, era uno de sus sueños más deseados.
  42. Ahora él era el guía, él tenía que decidir, pero ¿no era justo eso lo que había hecho en el sector de la Culebra? ¿Por qué dejaban toda esa responsabilidad sobre él? Resopló fastidiado, aquella situación era de lo más cargante.
  43. No solo tenían ante ellos Imperia, sino una buena parte de la zona oscura, el otro lado de las murallas que quedaban por detrás de las Nacientes. El lugar que tanto miedo inspiraba a los imperianos y el porqué de esas murallas que partían la tierra separándolos.
  44. «¿Y a ti qué más te da si duerme con otro? Ella no es tuya», su subconsciente hablaba por él. «Es verdad, no es mía», pero ¿acaso no le gustaría que lo fuera?
  45. El Ságrito Anciano no dijo nada de matarlos. El Ságrito Anciano no dijo nada de los otros Predestinados salvo que debía seguirles, ver lo que hacían y hallar las respuestas.
  46. Nuestra responsabilidad y principal labor es asegurar la subsistencia de Imperia. Sin nuestra intervención no habría ciudad y estaríamos expuestos. Todo sería devastado por la furia de los sectores y los peligros del exterior se cernirían sobre nosotros como la noche trae la oscuridad y el sol, la luz. Somos la sostenibilidad y el equilibrio. Somos el centro de la Unión.
  47. Los Hijos sentían un fervor desmesurado por sus fundadores, algunos lo llevaban al extremismo. Por eso se creó el Torneo de los Hijos, para honrar su memoria, además de para poner a prueba la valía de los sectores.
  48. ¿Es que no lo habéis pensado nunca? ¿No os parece raro que no nos permitan reunirnos sin los muros de por medio, salvo para matarnos?
  49. Son los que buscan que vivamos en paz entre nosotros, pero, sin embargo, dejan que cada año nos matemos como perros salvajes. ¡Nos obligan a morir! ¿Te has preguntado alguna vez por qué lo hacen?
  50. Les interesa que sigamos odiándonos y lo consiguen cuando uno de los míos mata a uno de los tuyos. Así la llama sigue ardiendo y no se apaga…
  51. Buscad en el cielo el pájaro dorado porque con su vuelo os alertará de las Sombras de la muerte dormida que pronto caerán sobre mi mundo —leyó y tradujo el Ságrito—. Ha llegado el momento de salvarnos. Los cuatro elementos y el centro tendrán que unir sus fuerzas y comenzar la búsqueda de la salvación. Es el momento de redimirse, el momento de rescatar nuestras almas de la tempestad y del abandono. El cambio debe ser inminente…
  52. —Cuando era pequeña adoraba los atardeceres rojos después de un día de lluvia como el de hoy. Mi padre solía decir: “Mira, Eris, el sol se va rojo de vergüenza por el día tan malo que nos ha dado”.
  53. La amistad se había impuesto al resentimiento arraigado con el que habían crecido y, por fin, el futuro de Imperia quedaba en manos de verdaderos imperianos.

¿Qué tal? ¿Te han gustado? ¿Tienes alguna frase o extracto que te gustaría añadir? Si es así, venga, escríbeme un MD por Instagram.

Si te han gustado estas frases, los miembros del Olimpo han hecho una recopilación increíble de muchos otros libros. Los tienes todos en Wattpad, aquí.

Y ahora… no te quedes aquí, continúa con la saga Imperia o échale un ojo a todas mis publicaciones. También tienes el apartado de Extras con el blog y los regalitos para descargar.

#Mis Libros