by Carola
LA PLANIFICACIÓN
Sin duda, esta es la mejor parte de escribir un libro (para mí, claro, jajaja).
Soy adicta a los calambrazos que me recorren cuando se me ocurre una idea y comienzo a darle vueltas, pero sobre todo, cuando la historia se va armando, aparecen los giros, las sorpresas… Uy, uy, uy… se me está disparando el pulso de la emoción.
Pero vamos poco a poco. Los libros, como las recetas, a la hora de escribirlos tienen una serie de pasos que, en mi opinión, hay que seguir. Como no soy nadie para darte consejos, simplemente te voy a contar lo que yo hago y si, por casualidad, tú tienes en mente una historia, a lo mejor esto te viene bien para organizarte.
LOS 9 PASOS HACIA LA FELICIDAD
1. Antes de escribir, pensar, (días, meses e incluso años).
2. Visionar bien toda la historia (la trama principal), desde el inicio hasta el final.
3. Buscar imágenes inspiradoras, así será más fácil describirlas después. (personajes, edificios, paisajes, escenas…).
4. Resumir capítulo a capítulo lo que va a pasar.
5. Ojo a las migas de pan. Ver dónde meterlas.
6. Paciencia, MUCHA PACIENCIA. Tener todo organizado no significa que vaya a ser fácil escribirlo.
7. Las prisas no son buenas, no hay que ponerse objetivos imposibles. De nada sirve tener muchos libros publicados si luego las tramas hacen aguas por todos lados y están plagados de incoherencias. Hay que dejarlo todo bien atado.
8. Si no sale, no sale. Ofuscarse es inútil.
9. Repito, LAS PRISAS, NO SON BUENAS y no te lo digo a ti, sino a mí. Tengo tantas ideas deseando salir, que me agobio. Ahora mismo estoy escribiendo la segunda parte de la bilogía El tercer Reino y estoy deseando acabar para darle caña al siguiente libro, sin embargo, he decidido tomármelo con calma. Quiero que esté perfecta y el único modo de lograrlo es cuidando muchísimo la trama y los detalles. Es bueno, pero también es un fastidio. ¿A que sí? Seguro que a ti te pasa igual.
Después, una vez que ya está escrito, lo ideal también es no tener prisa en publicar, dejar reposar y releer todo cuando pasen unos meses. Solo así podremos ser objetivos y ver esos fallos de los que no nos percatamos en un principio.
Lo dicho, cada maestrillo tiene su librillo y este es una pequeña parte del mío.
Si quieres darle ❤️ a este post y dejar un comentario (que siempre me hace mucha ilusión) puedes hacerlo aquí